martes, febrero 21, 2006

Te prometo no abrir la boca.


"Tengo los labios cocidos, o mejor dicho, sellados por una cicatriz."

Varias veces he jugado con un cerillo. De esas ocaciones en muchas me he quemado, en otras he salido "victorioso". Es un arma de dos filos.

Leerte es un arma de dos filos: uno de ellos va quitando la maraña que existe entre nosotros; mientras màs te leo, màs te conosco, mientras màs te conosco, màs te aprecio. El otro corta mis venas; mientras màs te leo, màs me corta, mientras màs me corta, màs te conosco, mientras te conosco, màs me dueles, mientras màs me dueles, màs te aprecio. El filo bueno y el filo malo se unen para que termine por quererte màs.

Una de esas navajas cortò mis labios, cerrè las heridas con una aguja y pasando el tiempo cicatrizò cerrandolos para siempre. Ya no puedo hablar, ya no debo hablar y te regalo mi silecio. Mi felicidad se queda a la mitad del proceso, es un crimen a medias. Ese punto en el que las explicaciones no existen y las dudas inundan mis pensamientos. A pesar de vivir en ese punto, te puedo asegurar que soy feliz.

Dedicado al dueño del corazòn anàrquico.

1 Comments:

At 9:15 a.m., Anonymous Anónimo said...

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