miércoles, febrero 15, 2006

Atempodanza


"Nos tocamos los cuerpos obligadamente, pero solo yo lo acaribiaba."

Lo volvì a ver casì 6 meses despùès, en la misma escuela de danza donde llegò un dìa escondido tras su cabello oscuro y unos lentes negros. En ese entonces no era nada al de ahora, era un poco màs desalineado y con un cuerpo màs robusto, sus movimientos eran torpes y su aspecto lo ocultaba del mundo exterior. Por razones dolorosas que poco tienen que ver con èl, dejè de verlo.
A mi regreso lo vi en un pasillo, agachado ponièndose un pantalòn negro. Su espalda era màs ancha, su cintura màs esbelta y por fin su cara era enmarcada por un cabello màs corto. Al principio no lo reconocì hasta que mi curiosidad me obligò a acercame para verlo màs claramente.

Tiempo despuès colaboramos en una coreografìa, el primero en aceptar el trabajo con todas sus condiciones (la principal era bailar desnudo) fui yo; a los pocos dìas èl se incorporò. Faltaba poco para la presentaciòn y no habìa tiempo (ni era la idea) para poner secuencias. Nuestra aparciciòn era solo de utilerìa, pero màs allà de eso habìa una danza casi imperceptible, màs bien gesticular, de cada uno de nuestro mùsculos. En el escenario estabamos separados uno del otros, yo rodeado de mujereas y èl aislado en una plataforma, dando la espalda al pùblico y cubiertos con una tela; la mia blanca y la suya negra. Imaginaba que esa tela era èl abrazàndome.

Minutos antes de la hora para comenzar, nos encerramos èl, el coreògrafo (que tambèn aparece en escena) y yo en un pequeño cuarto cubierto con azulejos amarillentos y pàlidos. Nos quitamos la ropa para pintarnos los cuerpo. Entre mis manos tomè pintura roja, que trataba imitar el color de la sangre cuagulada, la dejaba caer sobre su espalda y la esparcia por sus piernas, abdomen, brazos y resto del cuerpo. Asì, ellos dos me ayudaron a pintar mi cuerpo. Nos tocamos los cuerpos obligadamente, pero solo yo lo acariciaba.

Lo sigo viendo frecuentemente. No puedo evitar que las fantasias me invadan pero ahora se que no hay nada màs por hacer màs que contemplarlo a la distancia.

3 Comments:

At 7:11 p.m., Anonymous Anónimo said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

 
At 9:47 p.m., Blogger Abraham said...

No niña, no se trata de Mario. Es de un compañero de clase de danza que por obvias razones no dirè su nombre. No lo conocen uds. pero les prometo que cuando baile le dirè quièn es.

 
At 9:30 p.m., Blogger Domingo Tejada said...

super.....un bailarin por aqui, saludos.

 

Publicar un comentario

<< Home